Ediciones críticas 194

Pedro Calderón de la Barca
El Maestrazgo del Tusón
Carlos Castellano Gasch (ed.)
2014; 222 pp. Softcover; 16 x 24 cm.
(Ediciones críticas 194)
(Autos sacramentales completos de Calderón 87)
ISBN: 978-3-944244-21-1
48,- €


Calderón eligió tres términos para calificar sus autos sacramentales: sacramental, alegórico y historial. En los llamados historiales construye la base argumental sobre hechos y personajes de la realidad histórica pasada o coetánea, que luego elabora poéticamente. Para el argumento de El Maestrazgo del Tusón Calderón constela varios episodios históricos: la institución de la Orden del Toisón de Oro por Felipe III, Duque Soberano de Borgoña, en 1430, para solemnizar su boda con la Infanta Isabel de Portugal; y las segundas nupcias de Felipe IV con Mariana de Austria en 1648. A nivel alegoríco, el Duque de Borgoña (y por tanto, Felipe IV) se identificará con Cristo, y su mujer con la iglesia.

El Maestrazgo del Tusón se escribió junto con El Sacro Pernaso para las fiestas del Corpus Christi del año 1659. Las compañías que se encargaron del estreno fueron la de Sebastián de Prado y Juan de la Calle, y la de Diego Osorio. La presente edición crítica de Carlos Castellano Gasch fija por primera vez el texto dramático. Además, recupera un manuscrito de gran interés conservado en la Biblioteca del Institut del Teatre de Barcelona. La copia en limpio, hecha por una persona instruida, probablemente un autor de comedia, ofrece acotaciones con informaciones muy detalladas y significativas; en particular sobre la escenografía de los carros y la vestimenta de los personajes masculinos, un grupo de apóstoles que se presentarán como los primeros caballeros de la orden del Tusón.

El auto El Maestrazgo del Tusón despierta curiosidades en varios sentidos. Como auto sacramental histórico El Maestrazgo del Tusón se asemeja a obras como El socorro general, El lirio y la azucena, La protestación de la fe o El nuevo palacio del Retiro. En cuanto al dramatis personae, Calderón escoge Malicia y la Lisonja como agentes del mal y los enfrenta a un grupo de personajes secundarios, en particular los apóstoles (que sólo habían salido en La vacante general). Por último, recordemos que el estudio de Psique y alegoría le dedica un capítulo central, al hablar de sacrificio literario. Según Gerhard Poppenberg, El Maestrazgo del Tusón es una obra de construcción dramática bastante forzada, lo que por otra parte hace más evidente su estructura conceptual.