La universal redención es una obra clave en el mosaico del género auto sacramental, este género barroco, híbrido y -para algunos- moderno. En la presente edición, Mònica Roig debate cuestiones ecdóticas como la cronología y la autoría del auto y abre nuevas perspectivas sobre los temas de creación literaria, escritura experimental y reescritura.
La universal redención es una obra que ha suscitado polémica porque el grado de colaboración de Calderón en ella es dudoso, así, por ejemplo, el renombrado calderonista Enrique Rull calificó el auto de «estilo confuso, torpe», pero también lo consideró «interesante para ver la evolución del género».
La editora Mònica Roig reabre el debate con un instrumentario afilado: si hasta la fecha los parámetros estudiados eran la brevedad del texto, el léxico, la escasa calidad literaria del verso y ciertas incoherencias a la hora de construir la acción dramática y alegórica, ahora Roig se hace eco de dos nuevos métodos que conciernen a la estructuración y composición de textos dramáticos. En primer lugar, la editora aplica la llamada segmentación métrica (método desarrollado a partir del debate entre los investigadores Jose Ruano de la Haza, Marc Vitse, Fausta Antonucci y Delia Gavela, entre otros) y llega a proponer una segmentación tripartita para el auto. «En cualquier caso, es importante no perder de vista que la obra se yergue sobre un bastidor sencillo, que sostiene pero no engarza los diferentes episodios de la trama».
En segundo lugar, Roig estudia en La universal redención los llamados paradigmas compositivos (método presentado por Ignacio Arellano en Estructuras dramáticas y alegóricas en los autos de Calderón, para analizar la composición temática y alegórica de los autos). En La universal redención el paradigma compositivo que, observa Roig, estructura la alegoría es el del juico contra el hombre.
Finalmente, la editora se ocupa de varios intertextos del auto, entre ellos cabría destacar una fuente muy valiosa, el poema épico de Francisco Hernández Blasco Universal redempción, pasión y muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, de 1584. También muy notable es otro auto sacramental posterior, La inmunidad del sagrado, refundición escrita por Calderón para la fiestas del Corpus de 1664.
La edición de Mònica Roig es un paso importante en el conocimiento de los autos sacramentales, pues los autos tempranos como La universal redención y La iglesia sitiada nos permiten estudiar los brotes del género y nos llevan a plantearnos una serie de preguntas más generales. ¿Hasta qué punto se encasilla a un autor? ¿Cuánto se le permite a un autor alejarse de sus 'propias' calidades o esquemas? ¿Es probable que un autor de éxito que ya lleva años escribiendo piezas bien estructuradas y cuidadas escriba una obra dejando cabos sueltos o que descuide el ritmo del verso? ¿Hasta qué punto se admiten experimentos u obras fallidas?