|
|||||
|
|||||
Resumen en español |
|||||
Como es sabido, el sistema de los cuatro temperamentos se desarrolló a partir de la teoría hipocrática de los cuatro humores. En correlación con los cuatro elementos, las cuatro estaciones, las cuatro fases de la vida, con determinados planetas, apóstoles y nociones semejantes, los temperamentos fueron integrados sucesivamente en la cosmología de la edad media y la temprana edad moderna. Calderón fue todavía un defensor de este Ordo. De ello surgen las cuestiones siguientes que, no obstante su carácter obvio, aún no han sido objeto de una investigación consecuente: ¿Existen en los dramas de Calderón personajes caracterizados por un determinado temperamento? ¿Existen además constelaciones de personajes caracterizadas por el antagonismo de los cuatro temperamentos? El presente estudio analiza los aspectos mencionados basándose, entre otros, en La dama duende, De una causa dos efectos y Darlo todo y no dar nada; este último se compara con la elaboración que del mismo asunto realizaran Lope de Vega y John Lyly. Antecede un estudio de los campos semánticos e iconográficos de los que se valió Calderón para mostrar los temperamentos así que una relación de algunas fuentes de las que se podría haberse nutrido, desde el Regimen Sanitatis Salerni, del siglo XIII, hasta la Iconología de Cesare Ripa, del siglo XVI. |
|||||