Jorge de Montemayor
Diálogo espiritual. Edición, estudio y notas.

Ed. María Dolores Esteva de Llobet.
1998, x, 258 pp. Hardcover.
(Ediciones críticas 87)
ISBN: 978-3-931887-26-1
€ 48,-

 

La literatura de la espiritualidad ofrece un intrincado laberinto de sendas que confluyen en un punto central: el conocimiento de Dios y de sus misterios y el conocimiento de uno mismo.
Introducirse en ese entramado de sendas convergentes comporta no sólo el estudio de una obra en sí misma, sino verla en función de sus fuentes y de la tradición.
Hablar, pues, de devoción en la obra de Jorge de Montemayor supone, ante todo, vincularle a la devotio moderna y atender a su ascendencia de origen judeo-converso. Todos sabemos que Montemayor era hombre de una gran capacidad amorosa y pasional que desarrolla ampliamente en el mundo cortesano. Sin embargo, en el marco de sus amores hay un espacio dedicado al amor divino que, de forma regular, expresa en su obra devota.
Desde una triple perspectiva, teórica, práctica y sentimental, el Diálogo espiritual canalizará los sentimientos más profundos de ese amor a Dios y será un tratado de devoción que bosqueja la resolución de los problemas dogmáticos que pudieran acuciar a un cristiano nuevo del siglo XVI.
En esta ocasión, nos acercamos a Montemayor no como autor iniciado en el ámbito de la poesía, ni como el padre de una Diana de fama internacional, sino como incipiente prosista que en la tímida voz de su obra primeriza nos descubre una faceta de honda preocupación religiosa. No obstante, las dudas, la angustia o la inquietud del autor frente a su formación teológica, tal vez poco consolidada en el marco de la ortodoxía católica, motivaron que el texto permaneciera en el más oscuro de los olvidos hasta nuestros días. Pese a su sencillez literaria, el Diálogo espiritual es, sin embargo, un documento muy importante para la historia de la espiritualidad renacentista. Abre además una brecha para un mayor conocimiento de la ideología del autor, ya que revela algunos misterios sobre sus orígenes y puede iluminar algunos aspectos poco claros de su obra cumbre, la Diana, y, sobre todo, de sus Cancioneros (1554,1558).
A través del estudio de sus múltiples fuentes y del análisis de los planteamientos teológicos y dogmáticos fundamentados en la tradición cristiana, y complementados por la tradición ascética y bíblica, la edición del Diálogo espiritual ilustrará nuevos datos para el conocimiento de la espiritualidad en la época reformista. El Diálogo espiritual representa el alfa de una línea de expresión devota y literaria que el autor seguirá manteniendo hasta la edición del Segundo Cancionero espiritual (Amberes, 1558), aunque con modificaciones importantes de tono y estilo.