Ana Caro y Mallén
El Conde Partinuples
Ed. Lola Luna. 1993, viii, 186 pp. Hardcover.
(Ediciones críticas 45)
ISBN: 978-3-928064-68-2
€ 28,-


«Estas comedias tienen que llenar los corrales y contentar al público que a ellos acude. Por esto, estamos completamente de acuerdo con la autora de la edición e introducción de la comedia que nos ocupa cuando rechaza los juicios de valor negativos que generalmente se han hecho sobre esta obra. Se basan estas críticas en una visión un tanto limitada del hecho teatral barroco, que no atiende a éste en su propio contexto. Dentro de éste, bastaría como carta de presentación, digna de ser tenida en cuenta, el hecho de que la obra tuviese cierto éxito en su momento. Y esto gracias fundamentalmente a una buena utilización dramática, una buena adaptación a ese público amplio que llenaba los corrales, de un argumento que era ya popular en la época.»

Efectivamente, la base argumental de la comedia la toma su autora de una de esas novelas de caballerías que gozaban de la común aceptación de los letores, directos o indirectos, del siglo XVII. La historia del Conde Partinuplés era bien conocida. Los motivos que en ella aparecen, propios de este género literario, con historias de amor y misterir, lances caballerescos, utilización de la magia, combates, etx. eran sin duda, a priori, de gran atractivo para la mayor parte del público. […]

Es cierto que la novela tenia ya elementos que justificaban su popularidad y aceptación por diferentes grupos culturales, elementos que la autora respetará. Podían llegar al gran público su faceta fantástica y aventurera y sus episodios amorosos. Estos mismo, planteados con un lenguaje poético cuidado, podían satisfacer las demans de sectores cultos de la sociedad. También a estos sectores satisfaría la relación con el tema mitológico de los amores de Psique y Cupido que tiene la prueba a la que es sometido el amante: no ver a objeto de su amor hasta transcurrido un plazo, superando la sospecha de que pueda en realidad estar entregándose a un ser monstruoso.

Pero, además, como demuestra la profesora Luna en la introducción de esta edición, la autora ha realizado una gran labor de adaptación, de «dramatización» de la fuente novelesca. […]

Se trata, por lo tanto, de una comedia digna de atención dentro del panoram del teatro del Siglo de oro tanto por su contenido, que permite ver la adaptación de una novela a una comedia qe atraiga al heterogéneo público de los corrales, como por la significación especial que puedan tener alguno planteamientos al salir de la pluma de una mujer. […]
Se trata, en conclusión, de una cuidada edición crítica de una casi olvidada, aunque interesante, comedia barroca.»

Eduardo Herranz Calle, Boletín de la Biblioteca
Menéndez Pelayo, LXXI, 1995 427-431.