El príncipe constante es, sin duda, una de las mejores piezas de Calderón de la Barca. Así lo refleja el interés que ha suscitado en la crítica y en los lectores de todas las épocas. Sin embargo, los estudiosos de esta obra no han podido contar nunca con un texto base riguroso, pues hasta la fecha no existía una edición crítica completa de la obra. Este trabajo colma ese vacío.
Esta edición crítica contiene el estudio literario y textual de la obra, así como la comedia debidamente anotada y fijada.
El estudio literario consta de cinco capítulos. En primer lugar, se presentan las circunstancias del estreno de la obra en 1629 (conocidas gracias al famoso desencuentro entre Calderón y Paravicino), y de una reposición que tuvo lugar en el contexto de un festejo mayor en Fregenal en 1658 (cuyo memorial se edita y comenta por primera vez en este volumen). Se continúa el recorrido a través de las representaciones y ediciones de la obra en la España de los siglos XVII y XVIII, así como de la recepción e influencia de la obra en la Europa de los siglos XIX y XX.
El segundo capítulo se centra en el género de la obra y en la discusión acerca de su posible adhesión al género trágico: el carácter evidentemente católico de la obra ha empujado a buena parte de la crítica a no considerarla una tragedia, mientras que para otros eso no supone un impedimento.
Se dedica el capítulo tercero a la búsqueda de las fuentes históricas, literarias y culturales de la obra, desde las crónicas portuguesas medievales que recogen la vida del infante Fernando, hasta el Abencerraje o El libro de Job, entre otras muchas obras.
En el cuarto capítulo se analiza la estructura dramática y métrica de la obra, así como las diversas fases de la acción dramática: como es habitual en la estructuración calderoniana, sobresalen las estructuras bipartitas y tripartitas.
En el quinto capítulo se aborda el estudio de las características del lenguaje de Calderón propias de esta obra, haciendo especial hincapié en el lenguaje pictórico y en el proceso de reescritura del propio autor, pues muchos de los versos, imágenes y conceptos de El príncipe constante se repiten en obras anteriores y posteriores del dramaturgo. Por último, se ofrecen unas notas acerca de los espacios escénicos y dramáticos de la obra.
Por su parte, el análisis y la fijación textual de la comedia son fruto del cotejo, la descripción, el cálculo de sus variantes y la filiación de los diversos testimonios impresos de los siglos XVII y XVIII, así como de un manuscrito no autógrafo de mediados del XVII. Pero para la fijación textual se han tenido en cuenta los mejores testimonios del XVII, concretamente el que se editó en Lisboa en 1652 en las Comedias de los mejores y más insignes poetas de España (BNE R.4.432), y muy especialmente el ejemplar E1032 de la Biblioteca Universitaria de Friburgo —ignorado hasta el momento por la crítica pese a ser uno de los mejores testimonios—, que se toma, por primera vez, como texto base.
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