El alcalde de Zalamea es un título asociado de forma natural a Calderón. Sin embargo, la versión inicial de la historia de Pedro Crespo contiene ya todos los elementos configuradores de la obra, que puede considerarse genéricamente como drama heroico. La dificultad para aquilatar los méritos estéticos, ideológicos y culturales de la versión original radica, sobre todo, en la perspectiva crítica con que se la ha juzgado: desde Menéndez y Pelayo, que la creía firmemente de Lope y consideraba que Calderón sólo había aportado estilo, hasta Valbuena Prat, quien varió su consideración a lo largo de sus estudios sobre la historia del Alcalde de Zalamea y propuso que la obra atribuida a Lope era una refundición tardía. La discusión sobre su autoría, señalada por Morley y Bruerton como “de dudosa o incierta autenticidad”, ha conocido distintos avatares. C. George Peale, quien defendió durante muchos años la atribución a Vélez de Guevara, ha prologado esta edición admitiendo que es mucho más consistente y prácticamente definitiva la atribución a Andrés de Claramonte. El texto que se edita aquí, cotejando el ejemplar de la princeps de la British Library con el manuscrito de la BN de Madrid, incorpora importantes enmiendas en pasajes que las ediciones clásicas de Krenkel y Menéndez y Pelayo y la reciente de Escudero Baztán habían transmitido defectuosamente.
Alfredo Rodríguez López-Vázquez es catedrático en la Universidad de La Coruña y director de la revista DIGILEC. Ha editado obras de teatro de Cervantes, Calderón, Vélez de Guevara, Mira de Amescua y Claramonte, además de otras obras atribuidas a Lope o a Tirso de las que ha analizado los problemas de atribuciones dudosas. También ha editado el Quijote de Avellaneda y la Segunda Parte del Lazarillo de Tormes (Amberes 1555), además de traducir a La Fontaine, Jules Laforgue y Tristan Tzara.
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