¿Qué es un salario justo? ¿Quién lo determina, y bajo qué criterios? Estas cuestiones eternas, las plantea en 1655 en clave alegórica el auto sacramental La siembra del Señor. El punto de partida es la parábola de los obreros enviados por el Padre de familias a la viña (Mateo, 20, 1-16, heredad, en el auto). Todos los obreros van a percibir la misma paga pese a haberse incorporado a la labor a diferentes horas del día.
Los editores, Mariela Insúa y Carlos Mata, presentan una edición crítica de este auto conocido también con el título Los obreros del Señor. En su rica introducción ofrecen un estudio dramático-literario, analizando el empleo de las parábolas bíblicas como macrotextos argumentales, como también los principales recursos retóricos. Además, ofrecen un breve recorrido por algunos de los autos de tema agrícola, es decir autos cuya estructura se fundamenta en los trabajos del campo, especialmente la labranza, la siembra y la cosecha: La semilla y la cizaña, La viña del señor, y El día mayor de los días (reescritura de La siembra del Señor).