El auto sacramentas El árbol de mejor fruto, de fecha incierta, reelabora un conjunto de materiales relativos a Salomón, la reina de Sabá (identificada a menudo con una sibila) y el madero de la cruz. Ignacio Arellano, en su edición, se ocupa en particular de dos relaciones intertextuales: por un lado, las relaciones entre la comedia calderoniana La sibila del oriente y el auto El árbol de mejor fruto y, por otro lado, muestra la importancia de la leyenda del árbol de la cruz, que según él «constituye el esqueleto estructural de todo el auto, sobre el cual se teje la serie de motivos alegóricos que irán fundiendo las referencias a la mujer y al tronco de los que vendrá la salvación, en antítesis a la otra mujer y al otro árbol de los que procedió el pecado original».
La estructura del auto se articula en dos partes bastante equilibradas en su extensión. La primera se define por la dispersión y la preparación de dos proyectos básicos: el de Salomón, que quiere construir el templo de Jerusalén, y el de la reina de Sabá, que quiere indagar los secretos del bien y el mal, y después, al escuchar el relato de Irán, acudir a comprobar la sabiduría y riqueza del rey Salomón. La segunda reúne a los protagonistas en Jerusalén y anuda los hilos de la primera parte en la confluencia del sentido cristológico y eucarístico de los diversos elementos argumentales (historia de la reina de Sabá y de Salomón y leyenda del árbol de la cruz).