Cortesano en la corte de Carlos V, Montemayor vivió los últimos años de su vida ejerciendo de soldado junto al príncipe Felipe a quien acompañó en sus campañas contra la herejía por Inglaterra y Países Bajos. En 1559, a la vuelta de Flandes, empieza su declive moral y social con la pérdida del favor real. Huyendo de España, una misteriosa muerte a traición le sale al encuentro en 1561 en el Piamonte. Por estas fechas, el Segundo Cancionero espiritual, publicado en Amberes en 1558, aparecía en el Índice del inquisidor Valdés, lo que coincidiría con el brutal arresto y dilatado proceso inquisitorial contra su amigo, maestro y compañero de corte, Bartolomé Carranza. El dominico arzobispo de Toledo y prestigioso teólogo de San Gregorio de Valladolid fue condenado y encarcelado por sus Comentarios al Catecismo de Trento, obra de gran influjo y trascendencia en este Segundo Cancionero espiritual que ahora editamos.
Con un estilo sencillo y poco preocupado por la forma, Montemayor transmite el eco de la predicación dominica. Las teorías sobre la oración y la meditación de Savonarola y los conceptos dogmáticos y teológicos difundidos por Carranza vislumbran magníficos en sus exposiciones salmódicas con temas tan controvertidos como la penitencia y la misericordia. Mediante un manejo de las Sagradas Escrituras como fuente inagotable de saber y documentación, Montemayor defiende su doctrina reformista, claro exponente de las nuevas tendencias del sentir cristiano. El evangelio de Mateo, Marcos y Juan le inician en el camino de Cristo y en las fuentes de la vida cristiana. Lucas le inspira las más bellas reflexiones sobre el papel de la Virgen en la historia de la Redención. De la mano de San Pablo señala la necesidad profunda de renovación interior. Habla de la justificación por la fe y de la virtud.
La estructura interna del Segundo Cancionero espiritual es un auténtico tríptico de la vida cristiana y de la historia de la salvación, un retablo renacentista, articulado sobre la base de tres partes fundamentales, de gran valor instructivo o catequético.. María es la elegida por Dios para el cumplimiento de su plan que culmina con el nacimiento, vida, pasión y muerte de Jesús.
Asimismo, en una línea de intersección ideológica entre Erasmo y Juan Antonio de Guevara, Montemayor se define también como teórico político en un pequeño corpus poético donde desarrolla su ideología moral respecto al gobierno y a la ética de los príncipes y de los cortesanos.
La edición de este Segundo Cancionero espiritual se ha realizado con la intención de ofrecer al lector un texto actualizado pero no totalmente modernizado. Cada una de las composiciones poéticas va acompañada de un soporte crítico con anotaciones aclaratorias. Sigue a la edición un aparato crítico textual que recoge en cada composición las variantes registradas en contraste con otros textos de referencia e incluye un conjunto de índices que pueden facilitar al lector la tarea de ubicación de textos, versos, temas registrados, voces anotadas y materia bíblica empleada que en este trabajo han sido objeto de estudio y comentario, así como de siglas y abreviaturas.
Este libro rescata, pues, el texto del olvido en que cayó tras su aparición en el Índice de libros prohibidos (1559) y pretende transmitir el resultado de la investigación exhaustiva sobre la obra de un autor que, por carecer de estudios en profundidad, fue simplemente considerado como uno de tantos erasmistas españoles.
María Dolores Esteva de Llobet aporta nuevos focos de luz para valorar que el autor de la famosa novela pastoril La Diana puede ser considerado también uno de los grandes renovadores de la espiritualidad española del Siglo XVI y, en concreto, de la literatura religiosa pretridentina.
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