La Nueva Canción
Con motivo de la Semana de Integración Cultural Latinoamericana (SICLA) que se está realizando en Lima, quiero hacer algunas observaciones. Creo que la gente honesta de Lima y del Perú debe sentirse feliz y honrada con la presencia de los mejores artistas del mundo de habla hispana en nuestra capital. Este es un evento cultural sin precedentes en nuestra patria. Está, creo yo, muy por encima de los problemas del señor Gabino Palomares y los errores de mi amigo Daniel Escobar. Y también por supuesto muy por encima de los dividendos políticos que pueda o no generar al partido del gobierno. (Lima,11.04.86)
Personalmente, no puedo estar menos que agradecido a los organizadores de la SICLA por haberme invitado como "cantautor". Es un honor para mí alternar con tan importantes figuras. Pero es más grato el poder comunicarme con mi pueblo, desde esta tribuna que me permite cantar mi pensamiento.
Ahora bien, creo que si los organizadores en verdad no han "pirateado" el evento al Comité Internacional de la Nueva Canción, podrían programar una SICLA, todos los años, un poquito mejor organizada. Y sugiero que se convoque a un concurso nacional en busca de cantantes autores o cantautores. Y que se utilicen los canales del Estado. Televisión, radio, teatro, periódicos, etc. Además de buenos premios para los mejores y viajes al extranjero. En esta forma verían que es sincero el deseo de cambiar la canción. Y ya no cantarían en las calles, porque tendrían trabajo, que es el mejor premio.
Tendrían también la oportunidad de "foguearse" alternando con tremendos profesionales como Alberto Cortez, Mercedes Sosa, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa y otros tantos "fuera de serie". Esto enriquecería inmensamente su experiencia, redundando en el trabajo creativo. Porque los mejores cantautores conocidos de nuestra "nueva canción", Daniel Escobar y Andrés Soto, con la amistad y el respeto que me merecen, no están a la altura de los artistas arriba mencionados. Pero no por ser inferiores, sino por falta del profesionalismo que da la confrontación internacional.
Es interesante destacar que ninguno de los mencionado está en el disco "Cantaré, cantarás", donde cantan Pedro Vargas, Julio Iglesias, José Feliciano, Lucía Méndez, José José y otros "monstruos". Y esto que es disco era para ayudar a los pobres. Unos piden caridad, los otros piden justicia.
Ahora que también tenemos la desgracia de tener una derecha cavernaria. Que no supo aprovechar a la pequeña burguesía que compró millones de discos de "protesta" en Chile, Argentina y Uruguay. El mensaje del artista honesto no llega jamás a su destino. En los pueblos como el nuestro, donde nos han alienado tanto que nuestros niños prefieren una "gaseosa" a un vaso de leche, no saben quién es Túpac Amaru, pero adoran a Supermán. No les interesa conocer Machu Pichu, pero darían la vida por conocer Disney World. Basta con hacer belleza para ser revolucionario.
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