El Gran Abelardo Núñez




No pude estar en el Teatro Municipal los días 24 y 25 del pasado junio, para aplaudir y abrazar al gran creador popular peruano Abelardo Núñez. Es increíble y condenable la poca publicidad que tuvo la presentación de las canciones de un bardo que ha entregado su vida a la música del pueblo. Sé que el teatro Municipal no estuvo lleno. Y esto es grave. ¿Dónde están los miles de compositores que agrupa APDAYC? ¿Dónde los centros musicales, que él iluminó con su guitarra? ¿Dónde sus amigotes que manejan gruesas cuentas bancarias? ¿Dónde los artistas que han hecho fama y dinero con su obra? Un pintoresco personaje de la canción criolla, considerado por algunos críticos como "el mejor compositor vivo del Perú", (yo diría "el más vivo" o "el que mejor vive del Perú") desafió a los compositores populares a que llenaran como él un auto volkswagen con títulos de sus canciones más famosas.

Yo contesté en el Centro Musical Breña, en un homenaje a Abelardo, que éste tendría que usar un ómnibus para pintar los títulos de todas sus canciones famosas. A pesar de que la fama en países como el nuestro no es símbolo de calidad, Abelardo tuvo la suerte de triunfar cuando la basura era más limpia.

Su primer éxito fue la marinera norteña "Que viva Chiclayo". Vino en seguida el vals "Engañada". No terminaban los aplausos cuando estalló "Con locura". Este último valse se cantó y se tocó tanto en l a radio que por momentos era insoportable. No hubo artista, famoso o no, que no lo cantara.

"Ansias", "Embrujo", "Imaginación", "En punto de caramelo", "Angustia", "Crueldad", "Será mejor", "Mal paso", "Arrullo", "El beso", "Corazón de urpi", "El nuevo día", "Nuestra música se pasa", etc., etc. Más de 30 marineras norteñas, hermosas como "Sacachispas", "Severiano", "El arenal". Pero el tema más hermoso que le conozco es el "triste" que él ha titulado "El puente". Y que dice:

"Al otro lado del puente
un nuevo cielo me espera
yo voy a cruzar el puente
aunque al cruzarlo

yo muera.
Allí las aves son libres
anidan en los laureles
hay rosales sin espinas
y los árboles no mueren
los ríos no tienen dueño
ni las montañas tampoco
todos aplacan su sed
bebiendo en la misma fuente.
¡Dígame si no hay razón!
¡Para que yo cruce el puente!"

No pude estar con Abelardo porque viajé a Piura, a inaugurar la peña de Grelia Carrillo, "La alondra peruana", en homenaje a su señora madre doña Luz Aguirre Condemarín, famosos cantantes del tondero y además guerrilleros de Cáceres.

Fuimos padrinos con María Obregón, quien tuvo que cantar más de 10 canciones para corresponder a los aplausos. El público magnífico. No conozco una peña parecida en Lima. Ojalá broten cientos de "peñas" parecidas en todo el Perú.

Mi saludo respetuoso en el Día del Maestro a todos los profesores del Perú.

(Lima, 11.07.86)


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